Esta receta tán refrescante en esta época del año, es originaria de Cordoba.
Su origen, parece ser se establece en entorno agricola, donde se utilizaban tomates mezclados con restos de pan duro.
Para mi es una de mis recetas preferidas en época veraniega y es de esos platos que hago servir de primero, a modo de crema.
Mi forma de realizarlo, no la he visto publicada en ningún recetario, ya que yo le doy un tratamiento emulsionando la crema un poco con aceite de oliva.
Es muy importante servirlo bién frio y sobretodo, bién acompañado de una picada de buén jamón y de huevo duro picado.
Ingredientes para 4 personas:
- 7 tomates maduros de rama
- 2 trozos de pan blanco equivalentes a tres tomates
- Vinagre al gusto, más bien poco
- Sal una pizca
- Pimentón dulce, media cucharada de café
- Aceite de oliva sabor suave 5 cucharadas
- Jamón para hacer una picada
- 2 huevos duros, para picar la mitad por persona
Elaboración:
En un bol poner el pan a remojo en agua con un poco de vinagre, pelar los tomates y quitarles la parte central para que no blanquee y no este duro.
A continuación introducir los tomates y el pan escurrido en la batidora, triturar hasta que quede una crema muy suave.
Añadir el pimentón, sal al gusto y aceite de oliva.
El aceite yo lo pongo como si hiciera mayonesa, es decir lentamente en la batidora mientras tritura, de esta forma se consigue una crema suave y no hace falta pasar por el chino, ya que todo queda muy bien triturado.
Poner en frigorífico y servir muy frío, a la hora de servir en una cazoleta, poner encima la picada de jamón y huevo, y unas gotas de aceite de oliva virgen.
La verdad es una plato delicioso, si no existiera, habría que inventarlo.
Buen provecho.
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