La gastronomía de Guadalajara es fiel a sus tradiciones y basada principalmente en la calidad de sus productos.
Las distintas comarcas de Guadalajara ofrecen productos tradicionales elaborados según las costumbres más ancestrales.
Pueden destacarse los sabrosos asados de cordero y cabrito, aromatizados con las más variadas hierbas tan abundantes
en nuestros campos ( goza de gran reconocimiento el cabrito jadraqueño, por su peculiar y misterioso "breve"), las
finas truchas y los suculentos cangrejos de los numerosos ríos y arroyos serranos y molineses, las migas, las gachas,
las suaves hortalizas y verduras de nuestra rica Campiña, los afamados productos de chacinería (lomos, chorizos,
jamones), sin olvidar los exquisitos platos de la caza (perdiz, codorniz, conejo, jabalí, venado etc..) y la numerosa
y exquisita diversidad de hongos, resaltando el níscalo, el boletus, las setas de cardo y la codiciada trufa autóctona
de la paramera molinesa, que aromatiza numerosos platos de nuestra cocina. Mención especial merecen los sabrosos
productos de la matanza del cerdo, morcillas, chorizos, lomos en adobo, tocinos, somarros, que redondean la exquisitez de la gastronomía de Guadalajara.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 gallina tierna de 1,2 kg. aprox.
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco seco
- 1 poco de perejil
- 2 huevos duros
- 2 hojas de laurel
- Almendras picadas y tostadas
- Harina de trigo para rebozar
- Aceite oliva
- Azafrán
- Sal
Elaboración:
Partimos la gallina, sazonamos y rebozamos los trozos. En una sarten ponemos aceite de oliva y freimos los trozos.Cuando están dorados los escurrimos y reservamos. En ese mismo aceite, rehogamos la cebolla muy picada en trozos muy pequeños y ponemos las hojas de laurel.
En un mortero machacamos las almendras, los ajos, el prejil y el azafrán y la incorporamos a la cebolla, cuando esta esté transparente.
En una cacerola ponemos los trozos de gallina, añadimos el vino blanco, el sofrito y se cubre un poco con agua, se añade sal al gusto y se deja cocer 1 hora y media.
Antes de servir se separan las yamas de los huevos duros de la clara cocida, las yemas se chafan con un tenedor e incorporamos un poco de caldo de la cocción, removemos y vertemows sobre la gallina, picamos las claras y echamos sobre la cazuela, removemos y ya estará lista para servir.
Buen provecho.
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